martes, 5 de octubre de 2010

Haikú - orígenes (cont.)

Un poema mínimo.

Al igual que otros tantos aspectos de su cultura, la primera poesía escrita en el Japón estuvo fuertemente influenciada por las maneras chinas. Eso fue particularmente fuerte entre los siglos VIII y XII. De todas éstas, se hicieron
particularmente populares (por razones de pensamiento, así como de afinidad fonética) aquellas que poseían una estructura basada en la alternancia de versos de cinco y siete sílabas. Ya hacia el siglo XI estaba consolidada la forma de poesía japonesa por excelencia, el TANKA, poema de treinta y un sílabas dividido en dos estrofas de diecisiete y catorce sílabas respectivamente, con una métrica ideal de 5-7-5 / 7-7.




















Dicen que el tanka mas bello de la literatura japonesa
pertenece a Ise Monogatari:

Tsuki ya aranu
haru ya mukashi no
haru naranu.
Wagami hitotsu wa
moto no mi ni shite

¿No es esa la luna?
Y la primavera
¿no es la de entonces?
Siendo sólo yo
el mismo que era.

(trad.de Antonio Cabezas)


Esta pauta se ve favorecida, en el caso del idioma japonés, por su enorme capacidad de síntesis y su rica polisemia. Es una lengua que, a menudo sugiere mucho más de lo que indica. Eso propicia que su poesía sea capaz de abarcar cantidad de referentes simbólicos de su cultura con un mínimo de palabras. Por causa de ello, es usual encontrar poemas japoneses con dos o tres traducciones sensiblemente distintas.
Además, el darle cierto ritmo breve y regular a la poesía, como en casi todas las lenguas, favorece la musicalidad que facilita su memorización; eso en lengua nipona es fundamental porque, pese a sus virtudes, es un idioma que casi no permite rimas.

En el siglo XII comienza la llamada Edad Media japonesa, que se extiende por más de seis siglos. Es un tiempo atravesado por una sucesión de terribles guerras internas, dado que la autoridad imperial estaba debilitada y eran numerosas la familias de nobles feudales que querían hacerse con la supremacía político-militar, llamada luego shogunado. Este período de sangre es también uno en el que se da un impresionante florecimiento artístico y espiritual.
Una de las formas poéticas que se fue volviendo cada vez más popular para entonces se llama renga (algo así como “canción o poema entrelazado”). Consistía éste en un muy sofisticado ejercicio de creación colectiva, en la que se iban enlazando tankas compuestos de modo alternado por los participantes, en los que se aplicaban un estructurado conjunto de reglas y temas. Se comenzaba con un HOKKU o estrofa de apertura de diecisiete sílabas, seguido de un wakiku de
catorce sílabas, al que seguían una tercera estrofa de diecisiete, una cuarta de catorce, y así sucesivamente. Por las transcripciones que han perdurado sabemos lo usual de que llegaran a ser muy extensos.
Se le daba enorme importancia al hokku, dado que este sugería el tema principal, el entorno temporal y el tono anímico con que el resto de los poetas debía continuar para dar coherencia al renga. Dada la evidente complejidad de registrar los poemas colectivos completos, progresivamente se fue imponiendo la costumbre de conservar solamente la estrofa inicial, lo cual le fue dando cierta independencia. Ya hacia el siglo XV, algunos poetas se aventuran a componer y coleccionar solamente hokku. Uno de los motivos por el cual este tipo de poesía
grupal llegó a ser tan popular, fue debido a que era un ejercicio más bien festivo en el cual se podía escapar de la dura realidad de las guerras que destrozaban al país, así como de otras preocupaciones. Era algo especialmente cultivado por los samurais, y no era extraño que los guerreros se reunieran para componer renga antes de las batallas o en los períodos entre campañas militares.
Era tanto un ritual de recreación como de comunión; para muchos, este tipo de ceremonia poética era vista como la última oportunidad para compartir gozosamente con sus amigos y compañeros.
Sin embargo, con el paso del tiempo la rigidez del renga comenzó a ser mal vista por algunos jóvenes poetas que deseaban conservar la dinámica de la creación colectiva, pero de modo más lúdico y flexible. Eso derivó en que para mediados del siglo XV y casi todo el XVI se le opusiera una forma semejante en la estructura pero distinta en los temas y motivos: tendía más a la sátira, o la búsqueda de imágenes brillantes o juegos de palabras ingeniosos, era un divertimiento mucho más liviano. Además, usaba el lenguaje de la gente común, en vez de las formas anticuadas de la nobleza.

Se le llamó HAIKAI, y a su forma entrelazada, haikai no renga. Tuvo este movimiento una doble consecuencia: hizo mucho más accesible la experiencia poética para muchos fuera de las clases
privilegiadas, pero la calidad general de estos nuevos renga era, a menudo, deplorable.
Tal situación no se vio revertida si no hasta principios del siglo XVII.

Japón cambiaba significativamente en aquel entonces: el clan Tokugawa se había hecho con el poder e iniciado un período de relativa paz interna que se extendería por doscientos cincuenta años. El archipiélago estuvo casi totalmente aislado del resto del mundo durante ese tiempo; se había prohibido terminantemente la salida de cualquier barco japonés o el ingreso de casi cualquier navío extranjero, en especial europeo, debido a la enorme tensión que se había llegado a tener con los comerciantes occidentales y los problemas generados por las rebeliones de
campesinos cristianos en el sur del país.
Con dicha calma, la vida urbana floreció. La capital, Edo (hoy Tokio) se convirtió en un sitio propicio para la diversión, el placer, junto a todo tipo de manifestaciones artísticas y culturales que se habían visto afectadas por los largos siglos de guerra. La segunda mitad del siglo XVII fue, de hecho, la edad de oro de las letras niponas.
Bajo este clima favorable es que un joven compositor de haikai toma el género y le da un vigor nuevo, basado en una visión espiritual pero aterrizada del mundo, convirtiéndole en alta poesía. Su nombre era, justamente, Matsuo Bashô.

14 comentarios:

  1. Publico la segunda parte del trabajo Haikú, orígenes preparado por Cecilia.

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  2. Aún cuando la poesía no fuera traducida,
    en su idioma japonés suena musical y uno
    puede imaginar que dice palabras bellas.
    saludos myriam

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  3. Visitando y aprendiendo,
    en pocas palabras.

    Un beso,
    Gri

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  4. De sentido opuesto al del Ise Monogatori leo en el Genji Monogatari

    El ave acuática luce en sus alas el mismo verde de antaño, pero las hojas inferiores de la hagi, no parecen ciertamente las mismas

    Desde luego que no puedo decir que clase de poesía es esta, lo cito porque me sorprendió darme cuenta de las imágenes sobre lo que permanece y lo que cambia en el poema del Ise y el del Genji.
    Continuo leyéndolas atentamente.
    daniel

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  5. Daniel, es grata tu visita.

    Creemos (solo creemos por ahora, hay mucho por descubrir) que allí está lo verdadero, es decir lo auténtico es aquello que cambia y sin embargo mantiene su naturaleza .. el hombre a veces solo advierte que él es quien cambia porque se piensa como lo más importante, bueno ... son posiciones, vos sabrás mucho más de ello !

    Qué poesía es ? ciertamente muy diferente a la occidental que conocemos.

    Saludos.

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  6. Griselda, bienvenida siempre !
    Un beso.

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  7. Es cierto Beatriz, suena muy lindo !
    Gracias, saluditos.

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  8. Myriam, gracias por supuesto .. y vamos con el resto.
    Besos.

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  9. de Bashô `el joVen compoSitoR`

    Llega el otoño:
    El mar y el campo tienen
    El mismo verde.

    q bueNo no?

    besss a tod2

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  10. Sigo aprendiendo en cada una de vuestras entradas, y pienso que sois una fuente inagotable de saber e investigación.

    Gracias. Un abrazo

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  11. Bueno .. son varios quienes me dicen que no pueden dejar comentarios, incluso miembros del blog:


    " Saludos y un haiku:


    La rana croa
    y en su canción hay ecos
    de historias verdes.


    Dayo."


    Gracias amigo, un beso.

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  12. Muchas gracias Ana, solamente estamos "estudiando" ... tratando de conocer. Si te resulta interesante lo publicado, que es reflejo de lo andado, me alegra mucho !
    Un abrazo.

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