La asociación de kigo con una estación en particular puede ser obvia, aunque a veces es más sutil. Kabocha, por ejemplo, es una calabaza de invierno que está asociada con la cosecha de finales del otoño.
Puede ser menos obvio por qué la luna (tsuki) es una kigo otoño, ya que es visible durante todo el año.
Pues porque en otoño los días se hacen más cortos y las noches más largas, sin embargo son todavía lo suficientemente calientes como para mantenerse fuera, así que es más probable que pueda observarse la luna. A menudo, el cielo de la noche estará libre de nubes.
foto: La gran Luna de hoy,
Manuel Patiño en
http://nuestroarteamigos.ning.com/photo/la-gran-luna-de-hoy
la noche inmensa ..
y no cabe en el cielo
la luna llena
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¡Cómo el hombre!
Miserable el espantapájaros
En noches de luna llena
Masaoka Shiki
Bajo el alero
el espejo no copia
más que la luna.
Jorge L.Borges
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Publicado por Maramin en
Sobre el haiku
http://poesiaartesana.mejorforo.net/t1344-sobre-el-haiku :
con la luna de agosto
paseé perdido junto al estanque
toda la noche
Matsuo Bashoo
El mismo autor que escribió estos versos defendía la tesis de que un buen haiku no debía de mostrar más del 70% de su contenido real, convirtiéndose en una obra de arte sugerente que incitase a la sensibilidad del lector para experimentar la misma impresión que le había cautivado a él. En este caso, Bashoo lo consigue.
Cuando leemos este poema, nos encontramos en un primer lugar con realidades muy poéticas que recrean casi un mundo paradisíaco: la luna, un estanque, el frescor de una noche de verano… Leemos el haiku y nos cautiva tan intensamente que no nos extraña que un poeta quiera perderse junto a esa belleza toda la noche. Pero, si releemos y profundizamos un poco más en esa imagen, nos damos cuenta de que el poeta ha callado aquello que le ha subyugado, aquello que le ha convertido en esclavo de esa noche y de aquel lugar. Se encuentran presentes la noche, la luna y el estanque, pero, al decirnos el poeta que ha estado “perdido junto al estanque”, nos damos cuenta de que no debemos de contemplar esos objetos de manera aislada, sino como un todo, tal y como el haijin los ha sentido esa noche de verano mientras paseaba. Entonces nos damos cuenta de que aquello que ha apresado el corazón del poeta y que le ha llevado a sentirse parte de ese microcosmos ha sido el reflejo de la luna en el estanque. No la luna, ni el estanque: sino ese reflejo sutil e inmaterial que une el cielo con la tierra y hace al ser humano partícipe de algo superior, aunque se sepa perdido y vagabundo en su inmensidad.
si tuviera a alguien
regañaría con él
bajo la luna de hoy
Issa Kobayashi
El amor, cuando es verdadero, sí es haiku. Pocas son las obras literarias que plasman el amor de verdad y, sin embargo, estos tres versos de Issa lo han conseguido. Por regla general, el planteamiento amoroso de un texto se basa en la presentación de ciertos arquetipos o ideas preestablecidas sobre ciertos personajes que el autor ha creado para dar una determinada visión del amor. Si el autor desea contar una historia sobre el amor no correspondido, como hace Kabawata, creará una serie de personajes con unas características bien definidas para que la acción transcurra de la manera más apropiada. Si el autor, por el contrario, se propone dar vida a un amor trágico, como hace Fernando de Rojas en La Celestina, plasmará ciertos caracteres propicios al desenlace de una obra de esta tipología. Pero, ¿y cuando el amor que se escribe es el amor de verdad, el real? Entonces no es literatura, porque es vida y la vida no es una ficción; entonces, comprendemos que más que un poema es una confesión y más que una confesión, una realidad.
En este haiku de Issa encontramos el amor de verdad. El poeta ha estado contemplando la luna (arquetipo de belleza y de tópico para los encuentros románticos) y se ha dado cuenta de que, aunque rodeada de estrellas, está sola: no hay otra luna como ella, no hay dos lunas en este mundo. Ella es la única luna y está sola, como él. En este momento, el poeta siente deseos de realidad, de volver a experimentar el amor, que es intrínseco a toda criatura. No persigue un amor platónico ni idealizado: quiere el amor de verdad y desea la compañía de una persona con la que regañar, porque sabe que en el amor también se regaña y a veces más de la cuenta, pero no por ello deja de ser amor. Issa busca esa noche un amor verdadero, uno con el que se pueda regañar y reconciliarse, no un amor de libro. Entonces, mientras pronuncia su deseo, convierte a la luna, no en la luna arquetípica que presencia el encuentro de todos los enamorados, sino en la que cada noche gobierna el cielo de los hombres y siempre se encuentra presente cuando discutimos y cuando nos amamos.
Maramín
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Entendí muy bien la explicaciòn sobre la luna y el amor. Nada fácil para escribir, entiendo la profundidad de los haikus.
ResponderEliminarEn mi simpleza solamente podría hacer una noñería como esta
Bajo la luna
otra noche que llega
estamos juntos.
Es muy útil toda esta información Cecilia. Por lo menos voy comprendiendo cuanto que me falta.
Un beso.
Gri
aHHH
ResponderEliminarbueNisiMo el posT !
me alegRo q te haYa inSpiraDo mi primeR dia de oToño
:)
¡ beSoS!
Como una niña
ResponderEliminarte acercas a mis juegos
luna de marzo
Luz de universo
das a mis horas negras
juguetes nuevos.
Qué hermosa luna de Manuel Patiño, me encantó
tanto la foto como el texto. En unos días estaré de nuevo con vosotros, amigos. Os quiero.
Besos.
Griselda, gracias por tu comentario, querida.
ResponderEliminarMe permitís de este modo agregar, sí que tienen "algo" los haikù, profundidad y también .. simpleza.
Comprender cabalmente no es sencillo, los grandes maestros hicieron lo suyo. Los actuales estudiosos los interpretan .. de todos aprendemos. Es un camino, siempre lo decimos.
Quién puede decir que lo ha recorrido todo?
Además, uno de los consejos repetidos por allí es ése de: escribir, escribir, escribir ..
así se le tomará la mano.
Gracias por estar y por tus versos !
Besos.
Gracias Maby como te comenté, también por la inspiración,
ResponderEliminarOtoño, kigo, Luna ..
Un beso.
La luna, juguete de niña ..
ResponderEliminareres especial Julie ! lo sabes.
Gracias amiga, te esperamos !!
Un abrazo fuerte.
Hola Cecilia:
ResponderEliminarEs un verdadero placer venir a aprender.
Un abrazo.
Seguimos hablando de nuestra hermana Luna, fuente inagotable de inspiración.
ResponderEliminarEspectacular la foto!
Inspira clara
y mueve mareas
luna llena.
Besos
miro la luna
ResponderEliminarni aúllo ni ladro
digo tu nombre
el jardinero
sembró lapachos y flores
cambió la luna
La Luna, siempre. Nosotras ya lo sabemos querida amiga.
ResponderEliminarGracias Luz,
besos !
Y gracias Antonio, el jardinero lunar.
ResponderEliminarMe encantó lo de lapachos en la Luna ..
Un abrazo.
Gracias por tu visita Javier.
ResponderEliminarHe visitado tu espacio, muy bueno por cierto.
Un abrazo.