Sumi-e
"Escribir sobre el arte del Extremo Oriente implica un acercamiento a los
conceptos filosóficos. Mundo de signos y símbolos, este arte es inseparable
de la vida y de una “estructura religiosa” (Confucianismo, Taoísmo, Zen);
refleja la actitud del espíritu frente a los misterios del universo, donde
hombres, animales y plantas, se hallan en un mismo plano. Todo fluye bajo
un orden único, secreto y universal. Todo tiene su propia alma, su propia
dinámica, su propia personalidad."
Acercamiento al Arte del Extremo Oriente
María Teresa Román López
“La belleza es una sinfonía interpretada sobre nuestros finos
sentimientos. El verdadero arte es ser arpista de nosotros
mismos, arpas de sutiles cuerdas. A la mágica pulsación de lo bello,
esas secretas cuerdas de nuestro ser se despiertan; vibramos y nos
estremecemos en respuesta a ese tacto [...] Nuestra mente es el lienzo
en el que los artistas dejan sus colores; sus pigmentos son
nuestras emociones; sus claroscuros, la luz de la alegría y
la sombra de la tristeza. La obra bella somos nosotros
mismos “en-bellecidos”“.
Okakura-Kakuzo Kekyusha
sentimientos. El verdadero arte es ser arpista de nosotros
mismos, arpas de sutiles cuerdas. A la mágica pulsación de lo bello,
esas secretas cuerdas de nuestro ser se despiertan; vibramos y nos
estremecemos en respuesta a ese tacto [...] Nuestra mente es el lienzo
en el que los artistas dejan sus colores; sus pigmentos son
nuestras emociones; sus claroscuros, la luz de la alegría y
la sombra de la tristeza. La obra bella somos nosotros
mismos “en-bellecidos”“.
Okakura-Kakuzo Kekyusha
Las culturas china y japonesa están unidas al taoísmo(1) y al zen(2).
Resulta curioso observar que, aunque éstas ponen el acento en la “no-acción”, ambas han tenido una gran influencia en la actividad cultural, artística y política. La visión china está relacionada con la palabra Tao, que significa “camino”. El Tao Te ching expresa una armonía natural que lo penetra todo, de la que el ser humano es también una parte. Todo esfuerzo, lucha, deseo desmedido y prisa hay que disolverlo en el flujo inagotable de la naturaleza. El alma humana debe encaminarse hacia la disolución en las fuerzas naturales y en el devenir constante. Según el taoísmo, en el núcleo del ser humano anida la esencia de la naturaleza, ya que somos el resultado del Tao, un proceso de la naturaleza, y vamos a regresar a él.
(1)
La palabra taoísmo es un concepto habitual en el mundo occidental para nombrar dos tendencias de distinta índole. Por un lado, el taoísmo filosófico (daojia), con sus tres principales representantes, Lao-zi, Zhuang-zi y Lie-zi, y que constituye una doctrina mística centrada en las concepciones del Tao o Dao (“Camino”) y del Wu Wei(“no interferir en el curso natural de las cosas”); por otra parte, el taoísmo religioso,“taoísmo eclesiástico” o “enseñanzas taoístas” (daojiao), con sus diversas orientaciones y escuelas, que no es motivo de esta publicación.
(2)
(2)
Es una escuela del budismo mahâyâna, desarrollada en China desde los siglos VI,VII, por el encuentro entre el dhyâna (“absorción contemplativa de la mente concentrada”)búdico indio, llevado a este país por Bodhidharma, que vivió en meditación y en silencio, vuelta la cara hacia una pared de su celda, y el taoísmo. El zen presenta tres ramas cuyos métodos son idénticos y que difieren solamente por su historia:
Rinzai, Sôto y Obaku. La nota característica del zen es el súbito e instantáneo despertar sin pasar por fases preparatorias. La doctrina zen ha influido mucho en el pensamiento japonés y el comportamiento de su sociedad: muchos ritos y costumbres de Japón provienen del espíritu zen, tales como el arte japonés de las flores y los jardines,la ceremonia del té, el ideas del bushido, etc.
Según Thomas Merton: “El Zen tiene por marco al contexto de la historia china y japonesa. Se lo describe como a un fruto del encuentro del Budismo hindú, especulativo, con la practicidad del Taoísmo chino e incluso del Confucianismo. Es estudiado a la luz de la cultura de la dinastía T’ang y según las enseñanzas de varias “casas”. Se examina su entrada al Japón, así como su integración con la civilización japonesa. Es entonces que llegan a parecer importantes, incluso fundamentales, muchas cosas relacionadas con el Zen. El Zendo o sala de la meditación. El lugar del Zazen. El estudio del Koan . El traje. El asiento del loto. Los arcos. Las visitas al Roshi y la técnica del Roshi para determinar si uno ha experimentado un Kensho o un Satori, colaborando con estos logros”.
Fuente:
El zen y los pájaros del deseo, Kairós, Barcelona, 1999, p. 14.
"Sólo conociendo lo permanente, es posible abarcarlo todo; sólo abarcándolo todo, se puede ser ecuánime; sólo siendo ecuánime, se puede regir el mundo; sólo rigiendo el mundo, se puede alcanzar la unión con el Cielo; sólo unido el Cielo, se puede alcanzar la unión con el Tao; sólo hecho uno con el Tao, se puede perdurar”
Lao Tse
El hecho de que la figura humana no forme un universo independiente, hizo que su belleza espiritual se representara frecuentemente por ciertas plantas: así, el ciruelo, con sus flores blancas, es considerado como un santo por la pureza de su aspecto; el pino simboliza la virtud de la fidelidad,pues no le cambia el correr de las estaciones; el loto al alma que nunca se ha extraviado; y el bambú la sinceridad. Esta unificación del ser humano con las plantas tuvo que tener especial importancia en la representación de la infinitud de la naturaleza, en su interminable variedad. Esto explica, en primer lugar, la representación fragmentaria, sobre todo en la pintura con tinta china, de ciertos rasgos de las plantas, porque el artista quiere así dirigir la imaginación a la esencia de la naturaleza y alejarla de los conceptos ordinarios de la vida; en
segundo término, la singular posición del artista que opta por un lugar algo más elevado que nuestra clásica línea de perspectiva, con lo que ésta se pierde. En tercer lugar, además del empleo abrumador de nieblas, vapores y nubes, la falta de simetría en la composición, donde el motivo principal aparece muy desplazado hacia la derecha. La luz y la sombra, los dos conocidos
aspectos del Tao, se extienden por todo el universo; la luz es la fuerza positiva, la sombra, la fuerza negativa.
En la utilización de los lavados y de la tinta china el pintor oriental pudo representar la luz con el contraste de vapores, nieblas y brumas, con figuras entretejidas que parecen surgir de un sueño.
El confucianismo, el taoísmo y el zen contemplan al ser humano como parte integrante de su ambiente y la inteligencia humana como un aspecto de todo el organismo que constituye el mundo natural. Asimismo el cielo y la tierra también forman parte de este organismo; la naturaleza es nuestro padre y nuestra madre, puesto que el Tao por medio del cual actúa se
manifiesta originariamente en el binomio yang-yin; es decir, los principios positivo y negativo que, en equilibrio dinámico,salvaguardan la armonía del universo.
Rinzai, Sôto y Obaku. La nota característica del zen es el súbito e instantáneo despertar sin pasar por fases preparatorias. La doctrina zen ha influido mucho en el pensamiento japonés y el comportamiento de su sociedad: muchos ritos y costumbres de Japón provienen del espíritu zen, tales como el arte japonés de las flores y los jardines,la ceremonia del té, el ideas del bushido, etc.
Según Thomas Merton: “El Zen tiene por marco al contexto de la historia china y japonesa. Se lo describe como a un fruto del encuentro del Budismo hindú, especulativo, con la practicidad del Taoísmo chino e incluso del Confucianismo. Es estudiado a la luz de la cultura de la dinastía T’ang y según las enseñanzas de varias “casas”. Se examina su entrada al Japón, así como su integración con la civilización japonesa. Es entonces que llegan a parecer importantes, incluso fundamentales, muchas cosas relacionadas con el Zen. El Zendo o sala de la meditación. El lugar del Zazen. El estudio del Koan . El traje. El asiento del loto. Los arcos. Las visitas al Roshi y la técnica del Roshi para determinar si uno ha experimentado un Kensho o un Satori, colaborando con estos logros”.
Fuente:
El zen y los pájaros del deseo, Kairós, Barcelona, 1999, p. 14.
"Sólo conociendo lo permanente, es posible abarcarlo todo; sólo abarcándolo todo, se puede ser ecuánime; sólo siendo ecuánime, se puede regir el mundo; sólo rigiendo el mundo, se puede alcanzar la unión con el Cielo; sólo unido el Cielo, se puede alcanzar la unión con el Tao; sólo hecho uno con el Tao, se puede perdurar”
Lao Tse
El hecho de que la figura humana no forme un universo independiente, hizo que su belleza espiritual se representara frecuentemente por ciertas plantas: así, el ciruelo, con sus flores blancas, es considerado como un santo por la pureza de su aspecto; el pino simboliza la virtud de la fidelidad,pues no le cambia el correr de las estaciones; el loto al alma que nunca se ha extraviado; y el bambú la sinceridad. Esta unificación del ser humano con las plantas tuvo que tener especial importancia en la representación de la infinitud de la naturaleza, en su interminable variedad. Esto explica, en primer lugar, la representación fragmentaria, sobre todo en la pintura con tinta china, de ciertos rasgos de las plantas, porque el artista quiere así dirigir la imaginación a la esencia de la naturaleza y alejarla de los conceptos ordinarios de la vida; en
segundo término, la singular posición del artista que opta por un lugar algo más elevado que nuestra clásica línea de perspectiva, con lo que ésta se pierde. En tercer lugar, además del empleo abrumador de nieblas, vapores y nubes, la falta de simetría en la composición, donde el motivo principal aparece muy desplazado hacia la derecha. La luz y la sombra, los dos conocidos
aspectos del Tao, se extienden por todo el universo; la luz es la fuerza positiva, la sombra, la fuerza negativa.
En la utilización de los lavados y de la tinta china el pintor oriental pudo representar la luz con el contraste de vapores, nieblas y brumas, con figuras entretejidas que parecen surgir de un sueño.
El confucianismo, el taoísmo y el zen contemplan al ser humano como parte integrante de su ambiente y la inteligencia humana como un aspecto de todo el organismo que constituye el mundo natural. Asimismo el cielo y la tierra también forman parte de este organismo; la naturaleza es nuestro padre y nuestra madre, puesto que el Tao por medio del cual actúa se
manifiesta originariamente en el binomio yang-yin; es decir, los principios positivo y negativo que, en equilibrio dinámico,salvaguardan la armonía del universo.
Como dice Lao zi: “En el mundo todos saben por qué que lo bello es bello, y así aparece lo feo. Todos saben lo que es bueno, y entonces aparece lo que no es bueno. Ser y no Ser se engendranmutuamente, lo difícil y lo fácil se producen mutuamente, lo largo y lo corto se forman mutuamente, lo alto y lo bajo se colman mutuamente, el sentido y el sonido se armonizan mutuamente, delante y detrás se siguen mutuamente”.
Esta profunda relación con la naturaleza se halla muy arraigada en el pueblo japonés; aman y veneran el paisaje bello. Según sus creencias, el paisaje moldea el espíritu del hombre a su propia imagen. Los japoneses, fieles a la naturaleza, poseen un arte peculiar de la jardinería, fundamentado en el simbolismo. Un estanque pequeño simboliza el mar; un pequeño chorro de
agua evoca un impetuoso riachuelo. El jardín japonés, lo suficientemente pequeño como para que una persona sentada lo abarcara, estaba diseñado para estimular la contemplación y su única finalidad consistía en evocar en el espectador un cuadro imaginario del paisaje ideal; dar vida al significado de las esencias ocultas bajo las apariencias externas.
LOS HAIKU
El haikù es un excelente medio de entender la estética oriental, en la cual la naturaleza representa un gran papel. Desde los tiempos más remotos los maestros zen han demostrado ser partidarios de escribir breves poemas gnómicos; lacónicos y directos como sus respuestas a las preguntas acerca del budismo. Muchos de ellos contenían claras referencias al zen y a sus
principios. Ya en el siglo XVII los japoneses alcanzaron la perfección con esta poesía “sin palabras” en el haikù, composición poética japonesa que nace en el siglo XVI como género literario. Su origen está en un poema de 36, 50 o 100 versos denominado haikai, cuya composición se realizaba en grupo:
“Se reunían varios poetas, el poeta maestro, o al que se designaba como iniciador, escribía tres versos de 5-7-5, a los que se llamaba hokku, y a partir de aquí el siguiente componía dos de 7-7. Así se iba engarzando regularmente los versos hasta llegar al final del poema. El haikai tenía un
contenido ligero; poema quería decir poesía cómica. El hokku del haikai se llamó haikù, término amalgamado de los otros dos. Lo fundamental del haikù es una doble condición. En primer lugar, una cantidad silábica de 17: 5-7-5. Y, por otro lado, la referencia a una estación del año, kigo. Así, el poema hace alusión a una realidad cotidiana, a la naturaleza. [...]
Para Issa Kobayashi, el haikù: “Es una intuición que recoge las sensaciones inmediatas. En 17 sílabas no puede haber nada superfluo. Es poesía alejada de la verbosidad, es una simple imagen. Más que decir, sugiere.
El lector tiene que completar el sentido”.
Por su parte, R.H. Blyth afirma que los caracteres del haikù son: “Olvido del yo (recuérdese la máxima de Tokeda:
"Llevar la Nada en el corazón equivale a llevar el Todo", pues tal olvido no es una aniquilación). Soledad: soledad dichosa, aceptada. Aceptación de la realidad. Rechazo del verbalismo y de la verborrea. Rechazo del intelectualismo y del moralismo. Sentido de la contradicción. Humor. Libertad. Simplicidad. Sentido de lo concreto. Amor: no amor sentimental, sino amor bodhisátvico. El tema casi único de los poetas es la naturaleza, sus fastos y sus encantos, por lo
demás muy comunes”
El más célebre de los autores japoneses de haikù fue probablemente
Matsuo Bashô (1644-1694).
Su primer haikú verdaderamente zen surgió mientras dialogaba con su maestro:
“El maestro le preguntó cómo era la realidad “antes del verde del musgo”, es decir, más allá del mundo de los particulares. Oyendo un ruido, Bashô contestó directamente expresando su mismidad: "Una rana-salta-dentro: !plop!". Puesto que era poeta, lo transformó entonces en un haikú:
Un viejo estanque; ¡ah!
Una rana-salta-dentro:
¡Plop!
Expresa ese momento en el que Bashô era el sonido, y el sonido no era ya exactamente tal, sino una expresión indescriptible de la realidad última.
Un haikú zen pretende mostrar, en lugar de describir tal realidad. Su forma es breve, para que no se pierda su esencia, y simplemente evoca la mismidad de un momento vivo, para que la mente del lector resuene con la del poeta y para que “saboree” el profundo sentimiento que contiene el momento de la expresión poética”
Esta profunda relación con la naturaleza se halla muy arraigada en el pueblo japonés; aman y veneran el paisaje bello. Según sus creencias, el paisaje moldea el espíritu del hombre a su propia imagen. Los japoneses, fieles a la naturaleza, poseen un arte peculiar de la jardinería, fundamentado en el simbolismo. Un estanque pequeño simboliza el mar; un pequeño chorro de
agua evoca un impetuoso riachuelo. El jardín japonés, lo suficientemente pequeño como para que una persona sentada lo abarcara, estaba diseñado para estimular la contemplación y su única finalidad consistía en evocar en el espectador un cuadro imaginario del paisaje ideal; dar vida al significado de las esencias ocultas bajo las apariencias externas.
LOS HAIKU
El haikù es un excelente medio de entender la estética oriental, en la cual la naturaleza representa un gran papel. Desde los tiempos más remotos los maestros zen han demostrado ser partidarios de escribir breves poemas gnómicos; lacónicos y directos como sus respuestas a las preguntas acerca del budismo. Muchos de ellos contenían claras referencias al zen y a sus
principios. Ya en el siglo XVII los japoneses alcanzaron la perfección con esta poesía “sin palabras” en el haikù, composición poética japonesa que nace en el siglo XVI como género literario. Su origen está en un poema de 36, 50 o 100 versos denominado haikai, cuya composición se realizaba en grupo:
“Se reunían varios poetas, el poeta maestro, o al que se designaba como iniciador, escribía tres versos de 5-7-5, a los que se llamaba hokku, y a partir de aquí el siguiente componía dos de 7-7. Así se iba engarzando regularmente los versos hasta llegar al final del poema. El haikai tenía un
contenido ligero; poema quería decir poesía cómica. El hokku del haikai se llamó haikù, término amalgamado de los otros dos. Lo fundamental del haikù es una doble condición. En primer lugar, una cantidad silábica de 17: 5-7-5. Y, por otro lado, la referencia a una estación del año, kigo. Así, el poema hace alusión a una realidad cotidiana, a la naturaleza. [...]
Para Issa Kobayashi, el haikù: “Es una intuición que recoge las sensaciones inmediatas. En 17 sílabas no puede haber nada superfluo. Es poesía alejada de la verbosidad, es una simple imagen. Más que decir, sugiere.
El lector tiene que completar el sentido”.
Por su parte, R.H. Blyth afirma que los caracteres del haikù son: “Olvido del yo (recuérdese la máxima de Tokeda:
"Llevar la Nada en el corazón equivale a llevar el Todo", pues tal olvido no es una aniquilación). Soledad: soledad dichosa, aceptada. Aceptación de la realidad. Rechazo del verbalismo y de la verborrea. Rechazo del intelectualismo y del moralismo. Sentido de la contradicción. Humor. Libertad. Simplicidad. Sentido de lo concreto. Amor: no amor sentimental, sino amor bodhisátvico. El tema casi único de los poetas es la naturaleza, sus fastos y sus encantos, por lo
demás muy comunes”
El más célebre de los autores japoneses de haikù fue probablemente
Matsuo Bashô (1644-1694).
Su primer haikú verdaderamente zen surgió mientras dialogaba con su maestro:
“El maestro le preguntó cómo era la realidad “antes del verde del musgo”, es decir, más allá del mundo de los particulares. Oyendo un ruido, Bashô contestó directamente expresando su mismidad: "Una rana-salta-dentro: !plop!". Puesto que era poeta, lo transformó entonces en un haikú:
Un viejo estanque; ¡ah!
Una rana-salta-dentro:
¡Plop!
Expresa ese momento en el que Bashô era el sonido, y el sonido no era ya exactamente tal, sino una expresión indescriptible de la realidad última.
Un haikú zen pretende mostrar, en lugar de describir tal realidad. Su forma es breve, para que no se pierda su esencia, y simplemente evoca la mismidad de un momento vivo, para que la mente del lector resuene con la del poeta y para que “saboree” el profundo sentimiento que contiene el momento de la expresión poética”
.
Cecilia, escribir poesía es ya un misterio. El dejarnos fluir es muy importante. Es ahí donde surge lo bello de la simplicidad, esa belleza trascendente... que unifíca lo interior y lo exterior, porque el sonido no es sonido si no sabemos escuchar. Es muy muy interesante lo que nos muestras hoy en esta sección. A mi, por lo menos me ayuda mucho y me enseña caminos.
ResponderEliminarGracias amiga. Un abrazo.
Las últimas entradas, Orígenes (I) y (II) se refieren a los orígenes remotos del haikú, no a las composiciones encadenadas que se hacían ya desde el siglo XVI en Japón, sino a la poesía china antigua, al arte oriental en general y a los conceptos filosóficos que lo nutren.
ResponderEliminarTan abarcativos son, que lo han impregnado todo leemos ..
Resulta curioso observar que, aunque éstas ponen el acento en la “no-acción”,
ambas han tenido una gran influencia en la actividad cultural, artística y
política.
También en la concepción de "salud", estado de plenitud en armonía con la naturaleza. que será motivo de la próxima entrada.
En cuanto a
.. el taoísmo religioso,“taoísmo eclesiástico” o “enseñanzas taoístas” (daojiao), con sus diversas orientaciones y escuelas, que no es motivo de esta publicación,
creímos oportuno destacarlo así.
Mi querida Julie, llegó tu comentario cuando estaba escribiendo las últimas letras ..
ResponderEliminarconsideramos oportuno aclarar que no se trata de conceptos religiosos.
Gracias por tus palabras amiga.
Si te sirve, un poquitito al menos, me siento feliz.
Besos.
Amanecer.
ResponderEliminar¿Dónde escondió la noche
las garzas blancas?
Myriam
Hermoso !
ResponderEliminargracias por traerlo Myriam.
Vos no lo dirás, pero yo si
Este haikú,
Amanecer ..
resultó en el segundo lugar ( entre 35, 40 no recuerdo) en el concurso trimestral que organiza Hojas en la Acera, un sitio dedicado al haikú en Albacete (España).
Gracias por traerlo, me encanta !
besos.
primaVera veraNo
ResponderEliminarotoÑo inVierno
y oTra vez primaVera
:)
son 7,5,7
puede ser?
bsss
Queda clara la diferencia que haces entre los orígenes del Haikú (I) y (II) y no a las composiciones encadenadas.
ResponderEliminarRealmente tus aportes son aleccionadores y nos enseñan sendas insospechadas, amiga. Gracias!
"Corren días de encarnizadas lluvias En España que llegan sin piedad, llevándose todo lo que encuentran a su paso. Una fatalidad ha hecho que un pequeño de 9 años, hijo de una amiga, se viera arrastrado por las incontroladas aguas de un río desbordado y falleciera.
Si me lo permitís va dedicado a su recuerdo este Senryu, waca o tal vez tanka?
Mortal ventisca
incipiente dolor
aguas corruptas
has robado al hijo
del seno de la tierra.
Luz
Precioso Haikú, Myriam, sinceras felicitaciones!
ResponderEliminarUn abrazo!
Siento mucho lo que nos cuentas AomaraLuz.
ResponderEliminarMuy triste noticia, mis condolencias a ti y a la familia del pequeño.
Un abrazo.
Asi es Maby, el ciclo permanente.
ResponderEliminarMuy bien dicho.
Un beso.
Gracias por la felicitación AomaraLuz, fue sólo un ejercicio hace varios meses.
ResponderEliminarCecilia ojala aprenda a escribir como lo haces.No creas que no practico.Besos de luz y gracias por tus enseñanzas.
ResponderEliminarFelicitaciones Myriam, es un hermoso tu haiku. Sí AomaraLuz, lo han dado todas las noticias, y fue horroroso el día de lluvia que arrasó cuanto pudo a su paso. Lo siento de veras y les doy mi sentimiento a sus familiares, a tí. Ha sido una triste noticia de este puente de vacaciones en España. Besos para todos.
ResponderEliminarcanta la alondra
ResponderEliminaren la rama desnuda
del corazón
(esta primicia que os dejo se publica mañana 10 de diciembre en mi blog: aquariablog.wordpress.com. He llegado hasta aquí tratando de comprobar las reglas que yo conocía para el haiku. Buena entrada! )
la viDa que
ResponderEliminartraE a veCes el río/
arrebaTaDa
el viento agiTa
con fiereZa laS agUaS/
siemBra doloR
un abraZo aomaraLuz
Myriam, Julie, Maby, gracias por vuestras palabras; siempre arropando al triste o al desvalido... Os quiero!
ResponderEliminarAbrazos!